Si uno va a la Plaza del Pumarejo puede encontrarse, en la actualidad, varios rincones de la plaza ocupados por colchones, cartones, carros y algún que otro mueble. Todo ello adornado por una alfombra de excrementos y residuos orgánicos dejados por la indigencia que lleva por espada la plaza.
Todo esto a cualquier hora. Del día o de la noche. Si a eso se le une el trapicheo existente en la plaza, el descanso que se toman algunos indigentes y drogadictos tras el almuerzo en el comedor, el olor a orín y a excrementos humanos en las calles anexas (da igual: Torreblanca, Relator, Aniceto Saenz, Fray Diego de Cádiz...) el cruzar la plaza se está convirtiendo en un verdadero deporte de riesgo que atenta a la salud del atrevido que ose a ello.
Si leemos en esa altruista enciclopedia que se llama wikipedia, podemos ver una definición de chabolismo . No hace falta que pinche, dice así: "En España se denomina así a un tipo de asentamiento humano marginal, poco salubre y frecuentemente formado por personas excluidas socialmente. "
¿Es eso lo que tenemos en la plaza? Yo, de momento, mientras me entero y no, tiro por otro lado para evitar el nauseabundo olor que de ella emana.
Por cierto, rogaría a los pintaparedes estos de JCA y PCE que no contribuyeran más a deteriorar la imagen del barrio. Pero de eso ya comentaremos algo otro día...
martes, 8 de diciembre de 2009
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Se puede decir más alto pero no más claro.
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