Sorprende ver la cantidad de extraños elementos que surcan la plaza del Pumarejo, y no me refiero a los indigentes que, pobrecitos míos, no tienen mucha culpa de nada. Suelen venir de otros barrios, adineraditos ellos, a "echar una cervesita" el sábado al mediodía.
Vienen promulgando libertades, tolerancia, igualdad para todos...pero eso sí, a partir de las 3 de la tarde no duerme ni Dios (¡uy perdón!) hasta las cinco o las seis que los que duermen son ellos, y no precísamente en su casa ni por cansancio.
El sábado anterior al Domingo de Ramos los vecinos no tuvimos el derecho al descanso al celebrarse una fiesta (autorizada por el Ayuntamiento) desde el mediodía hasta las doce de la noche que cesaron una serie de "conciertos" de percusión y tambores.
¿Tambores? ¿Te vas a quejar tu de tambores con lo que te gustan? Inmediatamente saltarán los cuatro alternativos de chichimona que tenemos en la plaza y terminan diciendo que si los ensayos de costaleros, que si los pasos en el centro, que si los ensayos de las bandas, ¡eso sí que es molestar! y no nosotros. Total porque las calles Torreblanca, Relator, Fray Diego de Cádiz, o Aniceto Saenz apareciesen apestadas de orines o la calle Duque de Montemar llena de excrementos humanos... ¡Eso no es para molestarse tanto! Por no hablar del consumo de drogas en la vía pública... Total las cofradías generan miles de resíduos (y es verdad). Aunque probablemente se olvidarán de los millones de euros que también generan y de donde salen muchos euros para sus caducas y antiguas (algunas más que las propias cofradías) actividades.
A estos papanatas de circo barato, el único argumento que les queda para justificar su injustificable molestia a los vecinos es criticar a los pasos y cofradías que por nuestro barrio pasan. Se olvidan que estas generan ilusión, en niños y mayores, no mierda. Se olvidan de la labor monumental que algunas hermandades del barrio están haciendo ayudando a personas con bastantes dificultades económicas y con problemas de drogadicción; no alimentan la drogadicción la combaten. Se olvidan de que estas actividades se realizan desde el silencio sin necesidad de promulgarlas en panfletos o pintando las paredes del barrio. Generan un dineral en oficios artesanos que pudieran perderse no vendiendo ilegalmente sorteando todo tipo de impuestos. No todo es bueno en las cofradías, mierda hay para hacer una montaña, pero me da a mi que se genera un poquito más bueno que malo.
Por otra parte me consta, sobradamente, que a muchos personas del barrio que no le gustan las cofradías les molestan menos estas que las "mani-fiestas" del barrio. Ya son muchos padres que no sacan a sus hijos a la Plaza a tomarse una cerveza en el Mariano o en el Umbrete por el ambientito que se respira... y nunca mejor dicho. El ambiente en la Plaza del Pumarejo cada vez es peor, preguntar en los bares (aunque algunos saquen partido hasta que las barras improvisadas ultimamente comienzen a molestarle); en la pensión de la plaza, en el kiosko, en los vecinos del número 2, en los del principio de la calle Torreblanca, Aniceto Saenz, San Luis, Fray Diego de Cádiz o Relator... pero claro las cofradías molestan más. Es su argumento, el argumento de los imbéciles que no hacen más que destrozar la convivencia que teníamos hace años en la plaza. Incluso con nuestros indigentes.
